Coincidió que durante las fiestas de donde vivimos, los fines de semana no estuvimos en casa. Y menos mal, porque este año pusieron el recinto ferial en la explanada de la piscina municipal, al ladito de casa... Y os podéis imaginar, el ruído me altera bastante.
Cuando volvemos de casa de los abuelos siempre vamos dormidos en el coche, y al llegar directos a la cama. Pero yo siento cualquier mínimo ruído, y a pesar de que estaba en mitad de sueño, al llegar con ese ruído no me duermo. Mami se tuvo que acostar conmigo dos domingos, mientras duraron las fiestas y taparme los oídos con sus dedos para yo tranquilizarme, bueno, de lado sólo necesitaba que me tapara un oído, mientas me rascaba la cabecita con la otra mano.
4 comentarios:
Hola Iago,
A nosotros tampoco nos gusta el ruido de las fiestas. A Arturo no le importa, pero en este pueblo tienen la costumbre de poner las fiestas a las tantas de la mañana y al lado de casa. Será el único pueblo de españa que pone los fuegos artificiales a las dos de la mañana. Además, de mayo a octubre hay mogollón de fiestas...otra cosa no pero fiestas...
Qué mimoso que eres Iago!!! jajaja!!! por lo de los mimos en la cabecita...
Con respecto a los ruidos, te comprendo!!!!
No probaron con los tapones para oídos que se utilizan en la Fórmula 1? Son geniales!!!!
Cariños
Fabi
Que rabia que uno no esté tranquilo ni en su casa. A Alberto el ruido lo pone eléctrico, parece que lo disfruta pero termina agotado y muy alterado. Las fiestas están bien pero no al lado de las casas ¿verdad? son nuestro refugio, nuestro remanso de paz y la algarabia parece que viola nuestra intimidad no es justo. Supongo que con el tiempo lo irá superando. Aún recuerdo cuando nuestro niño se ponía como loco cuando oía el aspirador o el secador...Y lo superó. Por eso que tiempo al tiempo.
Que linda mamita tienes Iago..... no le importa si ella está cansada, solo quiere que tu estes bien.
Un abrazote para los dos.
Viviana.
Publicar un comentario
hablan por mi: