Os preguntaréis qué tiene que ver la medicación con las gorras. Pues bien, se supone que la medicación ayuda a controlar mis ansiedades por determinadas cosas, como las gorras. Desde siempre, desde que era un bebé siempre he tenido una gorra en mi poder. Eso ayuda a calmarme, pero cuando no la tengo, es todo lo contrario. Y se supone que la medicación calma cosas como eso... Claro que mamá tiene mucho miedo ya a la medicación después de la última experiencia. Ahora tomo muy poquita, hasta es posible que sea demasida poca, pero mamá está segura, a pesar de que nadie se lo dijo ni directa ni indirectamente, que sufrí una intoxicación por la medicación, por exceso de medicación continuada durante años. Mamá lo sabe y llevamos ya tiempo buscando otras maneras de calmar la ansiedad por las gorras. Y paradójicamente, cuantas menos gorras poseo menos ansiedad tengo. Así que hemos tirado casi todas las gorras. Pero siguen creciendo porque la gente intenta complacerme y me las regala. Mamá empieza a cansarse de todos los días luchar contra esto. Es por eso que ahora toca poner mensajitos.
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