LA LACTOSA

No tolero bien la lactosa, puedo comer alguna cosa con lactosa, pero cuando mi cuerpo se satura no la tolero bien, así que hay alimentos que no tomo, como la leche, en lugar de leche tomo una especial que aunque dicen que sabe mal a mi me gusta, es la única que me va bien, bien, porque las de soja y cabra, ummmm, regular, con esta sé seguro que no me da problemas, eso sí la tengo que tomar con mis bizcochos, que sino NO.

Y es un lío porque la lactosa está en muchas cosas, desde el chorizo, que lo tengo que tomar de la marca Erosky y El cular (y digo la marca porque es el único chorizo que puedo tomar sin que me de diarrea), hasta el jamón cocido, que es complicadísimo encontrarlo sin lactosa, sin embargo el queso y los yogures los puedo tomar y es que parece ser que la lactosa al fermentar se convierte en otra cosa que ya no me hace daño. También muchos caramelos me hacen daño. Y no digamos la bollería y el pan de molde, por eso cuanto más ruin es la marca del pan de molde, de forma que no lleva leche, mejor.

Lo que hacemos es no abusar mucho de ningún alimento y mucho menos de los caramelos, no me los niegan, pero no me dan más que uno o dos a la semana, así no hay problema. Y el chocolate que me encanta, lo tomamos muy poquito, una o dos veces al mes máximo tres y tan sólo un par de pastillas.

Ahora el médico me complementa con unos batidos especiales de vainilla, fresa y chocolate, que salvo el de chocolate, no se pueden tragar, el de fresa y vainilla es puro jarabe, huele a medicamento, pero el de chocolate hasta me gusta. Tanto la leche como el batido me los proporcionan gratis en el hospital, una de las cosas buenas del Sergas.

Así que por las noches cuando mi hermanito quiere su cola-cao, mi mami me prepara el mío, eso sí, con bizcochos... y me lo tomo todo, todo.