El sábado mami ¡tenía una sorpresa! a petición de mi hermanito Diego, fuimos en tren a Vigo.
No os penséis que es fácil ir en tren. Tanto Diego como yo dependemos de mamá para subir al tren, y para bajar. Y su bolso, su abrigo, nuestros abrigos... porque hacía calor. Cuando subimos fue un poco complicado. Nuestra estación es de paso y no vende billetes, se sacan en el tren. Tampoco hay servicio de ayuda, ni mami se dió cuenta de que le hacía falta ayuda. Dentro el revisor nos dió el billete de ida y vuelta. Un señor muy simpático y amable. Él fue el que se encargó de llamar a Vigo y hacer que a nuestra llegada tuvieramos en la puerta del vagón un vigilante y una persona de atención a personas con discapacidad. Quiero deciros que la cara de mami fue de alegría al verlos ahí delante de la puerta mientras el tren paraba y rápidamente comprendió que el revisor se había preocupado de eso. Este mismo revisor nos acompañó en el viaje de vuelta y nos bajó del tren. Un 10 a Renfe y un 10 al revisor. Lástima que sea un medio de transporte tan poco usado en nuestra zona y condenado a desaparecer... Es una pena que la gente no entienda que por el precio del billete no pagas el parking en Vigo y te deja en el mismo centro de la ciudad. En cuanto Diego tenga unos añitos más y sea más autónomo para ayudarnos a mami y a mi será más fácil.
Fue un precioso día de San Valentín. Soleado y divertido.
3 comentarios:
He tenido que poner varias vece el video para Ginés, que pena que fuese tan corto, con lo que le ha gustado, yo también hice ese viajecito corto en tren con mis niños, lo difrutaron un monton. Besitos. Isabel
Ay Inés, si que eres valiente!!! yo prescindiría de abrigos..bolso..!iria en bikini!!!!.
Ya sabes que soy superfan de tus niños !menuda cara tiene Dieguito! para comérselo. Es verdad, cuando Dieguito tenga un par de años más, todo será más fácil. Pero sí, si que tienes humor tú sola.
Besos
Esther
¡Qué bien os lo pasasteis por los enamorados! Pero como una cosa tan sencilla como es el ir en tren se puede complicar por falta de ayuda... ¡Bien por RENFE, eso sí que es saber hacer!
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