A mamá le pareció sorprendente. La abuela se quedó de piedra. Y es que no es para menos.
Mami me fue a buscar al respiro de fademga, a Santiago, hace unos días. Ya había pasado el accidente y la plaza de Angrois se ve desde la autopista dirección Pontevedra, totalmente limpia. Mami cree que tuvimos que pasar por ahí y los monitores hacer comentarios, pero claro, eso tendrá que preguntárselo a los monitores en otra ocasión, porque yo no se lo voy a explicar! je, je, no hablo!!! je, je. A eso hay que unirle que he visto la tele en casa en el momento del accidente...
La vista desde la autopista es exactamente esta, casi así de cerca, pero sin el tren ahora mismo.
El caso es que cuando entramos en la autopista, al poquito de salir de la zona de respiro, yo hice el siguiente sonido "pi, pi" similar al pitido de un tren. Y me llevé las manos a la frente, señalando (como las heridas) y a los ojos, como cuando alguien llora en mi presencia y señalo las lágrimas. Mami no tenía ni idea que estaba diciendo tan insistentemente, pero en unos minutos lo averiguó porque enseguida aparece el lugar del accidente. Mami lo comprendió de inmediato. Me había explicado perfectamente. Pasado ese punto de la autopista no volví a señalar la cara ni los ojos ni a decir "pi, pi"
3 comentarios:
Impresionante Inés!! Empatía y Autismo y lo más importante, la necesidad de contártelo!!
Genial por Iago, no hablar no es lo mismo que no tener cosas que compartir :-) Un beso guapa
La piel de gallina, me has puesto. Iago, te expresas perfectamente, con mucha más claridad que muchos que lo inundan todo de palabras sin decir nada. Un abrazo.
Qué emocionante, Inés!
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